martes, 8 de diciembre de 2009

SOLO UNA POSESIÓN.



ENGANCHADOS.

Enmarañados en el descanso que ese invento de la sociedad tan bien nos viene, nuestro Cáceres nos regaló un inicio de las jornadas para el descanso, con una victoria que sabe a gloria. El puente ha estado genial.
Ha sabido mejor, la salida a comer, el viaje al pueblo, el paseo por el campo, la caza, el partido de padel con los colegas, las cañas e incluso las visitas al centro comercial y tener que poner el arbolito, Belén, todo, se ha rodeado de un gustillo mucho mas placentero.

Que duda cabe, vivir con el hecho de que tu equipo de baloncesto consiga ganar, eso hace todo mas sencillo, mas llevadero. Los hay, personas me refiero, que se involucran tanto con su equipo, que sus biorritmos son manejados por los resultados que este consiga.

No es para tanto, créanme, no tiene sentido dejarse llevar por las pasiones que pueda generar el hecho que, un deporte, sea cual sea, pueda ocasionar. Además, más cuando en estos tiempos tan modernos en los que nos ha tocado trajinar, la línea que separa el éxito en el deporte grande, la derrota y la victoria, se haya, en una delgadez que muchos ocasiones pareciera romperse.

Me sorprende ver a mi vecino mas o menos contento en el ascensor si Cristiano marca o no lo hace. Me disgusta en demasía, cenar con mi cuñado, una vez que su equipo ha ganado o perdido. Si sucede lo segundo prefiero no tener que compartir mesa.
Entiendo que muchos me puedan catalogar de exagerado, pero seguro que si todos miramos en el fondo de armario de nuestro habita, encontraremos ese espécimen al que me refiero, pendiente que su vida penda el hilo que marque la marcha de su equipo.

No merece la pena. Yo por ejemplo, intento separar mi estado de ánimo de todo lo que rodea mi afición. Eso si, ahora que mi Cáceres emite señales positivas, como las que se intuyeran en Burgos y mi Atlético, fuera grande en Jerez, todo parece mas llevadero. Como si comenzase a quitarme un peso de encima. Que sea para bien y por mucho tiempo. Mas que nada porque se acercan las navidades y no tendré mas remedio que seguir charlando en el ascensor con mi vecino y cenar con mi cuñado.
Romualdo.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Romualdo, y no es eso lo peor, el ascensor y la cenita es el pan nuestro de cada día, lo malo es aguantar al jefe un lunes de malos resultados, ¿o no?

Taburete dijo...

Es peor que tu sobrino te toque las narices cuando se perdió el último partido en casa y te diga "que, con que la culpa es de Piti, y ahora ¿que?.
Esta semana como hemos ganado no me ha dicho ni buenos días.

Alex dijo...

Taburete eres un pesado con Piti, eso es agua pasada ya, te pareces a las crónicas del Hoy que siempre lo nombran aun no teniendolo que nombrar ya.

Anónimo dijo...

Que no se olvide: Este equipo lo hizo Piti, Aranzana ya ha dicho que él no lo hubiera hecho.