SUELTOS SOBRE EL ENTUSIASMO.
Lamento no estar contento. Lo siento de verdad. Estaciono en el estado de entusiasmo que me ha originado ver a mi equipo, vencer con demasía frente a un equipo grueso de la liga. Pero me permito no estar del todo contento. A modo de protesta por tanta oportunidad de presumir de puestos de cabeza como ha perdido esta temporada esta plantilla, origino una especie de protesta que tan solo consta en no estar del todo satisfecho. Berrinche y punto. Exigencia de seguidor cacereño que quiere ganar incluso en los tiempos muertos, jugando a lo grande y sin sospecha.
El viaje hasta Mallorca para el siguiente domingo me mosquea, me pone en alerta y me incita a, visto lo ocurrido en las salidas anteriores, perder confianza en tan amplia victoria frente a León.
Comienzo a comprender que, pase lo que pase, el Cáceres es un equipo de dos esquinas. He leído en la prensa que le sobran, en cada partido, dos cuartos, pues en los dos primeros, o ha ganado, o se ha estrellado. Eso me irrita, me gustaría que no resaltase tanto pero compitiera lo estrecho. Soy así. Pongan adjetivo.
Eso si, reconozco valías a trabajos como el de Angulo, siempre en destajo. Hay quien aun habla de edades para rendir en esta liga. A eso también ponga adjetivo.
El partido frente a León, anida en el deleite de la grada, pero ampara lecturas de muchas cualidades. Hay quien opina que León vino y jugó cojo. Particularmente me quedo, a pesar de no entonar la euforia, con una gran victoria que pone el play a tiro cercano, pasando por terminar con la racha de no convencer fuera de casa.
Confieso que no me agradó el gesto de Francis Sánchez. Nunca me han gustado los jugadores que se reivindican frente a quien le mantiene. Es como si en una tienda, quien atiende al público, al no sentirse a gusto y entender que el cliente no tiene la razón, le recriminara ante la disculpa del este. Para eso, mi abuelo, sabio como todos los abuelos, solía decir aquello de : “ no muerdas la mano que te da de comer”.
La verdad es que tampoco se que pasa por la mente de un jugador en situación parecida. Pero, si alguien no tiene culpa que Francis no acierte mas en sus tiros, quien paga la entrada del pabellón desde luego, es poco sospechoso, más cuando apreció su, “escaso” acierto. Lo de no festejar el triunfo con sus compañeros... Pongan adjetivo.
Como quiera es parte de este negocio. Un negocio que siempre tiene algo para comentar con una cerveza o un café por delante, mientras llega el siguiente desenlace. Monotonía de una compleción en la que, el Cáceres, se encuentra muy bien viviendo en las dos esquinas. Por eso, vuelvo a pedir perdón por no estar contento del todo.
ROMUALDO.
Lamento no estar contento. Lo siento de verdad. Estaciono en el estado de entusiasmo que me ha originado ver a mi equipo, vencer con demasía frente a un equipo grueso de la liga. Pero me permito no estar del todo contento. A modo de protesta por tanta oportunidad de presumir de puestos de cabeza como ha perdido esta temporada esta plantilla, origino una especie de protesta que tan solo consta en no estar del todo satisfecho. Berrinche y punto. Exigencia de seguidor cacereño que quiere ganar incluso en los tiempos muertos, jugando a lo grande y sin sospecha.
El viaje hasta Mallorca para el siguiente domingo me mosquea, me pone en alerta y me incita a, visto lo ocurrido en las salidas anteriores, perder confianza en tan amplia victoria frente a León.
Comienzo a comprender que, pase lo que pase, el Cáceres es un equipo de dos esquinas. He leído en la prensa que le sobran, en cada partido, dos cuartos, pues en los dos primeros, o ha ganado, o se ha estrellado. Eso me irrita, me gustaría que no resaltase tanto pero compitiera lo estrecho. Soy así. Pongan adjetivo.
Eso si, reconozco valías a trabajos como el de Angulo, siempre en destajo. Hay quien aun habla de edades para rendir en esta liga. A eso también ponga adjetivo.
El partido frente a León, anida en el deleite de la grada, pero ampara lecturas de muchas cualidades. Hay quien opina que León vino y jugó cojo. Particularmente me quedo, a pesar de no entonar la euforia, con una gran victoria que pone el play a tiro cercano, pasando por terminar con la racha de no convencer fuera de casa.
Confieso que no me agradó el gesto de Francis Sánchez. Nunca me han gustado los jugadores que se reivindican frente a quien le mantiene. Es como si en una tienda, quien atiende al público, al no sentirse a gusto y entender que el cliente no tiene la razón, le recriminara ante la disculpa del este. Para eso, mi abuelo, sabio como todos los abuelos, solía decir aquello de : “ no muerdas la mano que te da de comer”.
La verdad es que tampoco se que pasa por la mente de un jugador en situación parecida. Pero, si alguien no tiene culpa que Francis no acierte mas en sus tiros, quien paga la entrada del pabellón desde luego, es poco sospechoso, más cuando apreció su, “escaso” acierto. Lo de no festejar el triunfo con sus compañeros... Pongan adjetivo.
Como quiera es parte de este negocio. Un negocio que siempre tiene algo para comentar con una cerveza o un café por delante, mientras llega el siguiente desenlace. Monotonía de una compleción en la que, el Cáceres, se encuentra muy bien viviendo en las dos esquinas. Por eso, vuelvo a pedir perdón por no estar contento del todo.
ROMUALDO.
2 comentarios:
La verdad es que este Cáceres asusta un poco ultimamente en las salidas porque no es que pierda, es que lo hace rematadamente mal y luego aquí lo hace rematadamente bien, los altibajos son extraños la verdad, a ver si cambia y lo hace en las salidas, es normal que no estés contento yo estoy desconcertado.
Francis vino con la vitola de ser un gran tirador y en mi humilde opinión creo que es demasiado irregular y cabrea que no defienda, eso sí, lo del domingo no debio hacerlo nunca, lo de dirigirse al público fue feo pero yo lo que peor vi fue el desprecio a sus compañeros de no quedarse a celebrar la victoria.
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