AL FILO DE LA CANASTA.

opinión.

Mirando al futuro.

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En este mundillo del básquet, igual que en cualquier empresa que se quiera acometer, es de vital importancia implicar a cada uno de los miembros del conjunto en la consecución de objetivos comunes. La pócima es sencilla, pero se ha de administrar sus ingredientes con sumo cuidado y en su justa medida, para ello, inyectar grandes dosis de motivación, rociar con talento, sensatez e inteligencia y flamear con cantidades ingentes de trabajo, (unos eurillos, no le irán mal), reposar antes de servir y … ¡voila!, tenemos como resultado, la presentación de un proyecto ilusionante de futuro.

Este Cáceres 2016, es verdad que apunta alto, tiene ambición y es, que cuando se emprende una actividad con entusiasmo, siempre encuentra la complicidad perfecta en sus miembros, contagiados del altruismo que ejercen los buenos resultados de un trabajo bien hecho. Los últimos acontecimientos, así lo demuestran.

Ir descubriendo nuevos retos, cada vez, de más envergadura y ver que se superan con éxito, a parte de ser muy gratificante, resulta sumamente beneficioso para estimular la autoestima, ejerce la cura de la mente y es la panacea que destierra la inseguridad de nuestro ego. Desde ese momento, la sensación que invade nuestras almas, es la confianza.

No hace muchos días, conversando animadamente con un compañero de esta afición que inevitablemente nos apasiona, hubo quien nos recriminaba nuestro empeño en hablar continuamente de baloncesto, supongo, que movido por la apatía en el desconocimiento, por la falta de información de un tema que no estaba en el candelero, pues lo normal, siempre redunda en comentarios sobre la crisis económica, el paro, el partido del domingo, o este tipo de cosas que forman parte de las portadas en los periódicos. Pero ahora, es él quien saca el tema, preguntando: -¿Qué, buen fichaje el de Simien?, o, “el otro día le disteis caña al Illescas, ¿eh?.-.
Mi compañero y yo, empavonados, asentimos con la cabeza e hicimos un guiño de complicidad, después de un breve coloquio, todo el grupo estábamos por primera vez hablando del futuro de nuestro equipo, que verdaderamente resulta, cuando menos, muy ilusionante.

Los pronósticos de esta temporada, tienen un designio de buen agüero, deseo y espero ver un espectáculo de alto nivel desde lo alto de mi torre, y por supuesto, me encantaría, cada miércoles, hacer desde estas líneas, homenajes a guerreros como por ejemplo, el Sr. Angulo, protagonista en el encuentro anterior; (siguen sin gustarme sus botas con forma de calcetines), en vez, de dar caña, como demandan algunos lectores de este espacio. Por cierto, mi ofrecimiento al Sr. Hurtado, de una nueva corbata, del mismo color rojo, para intentar pasar la misma por un brujo de la tribu zulú, haber si conseguimos con ello que los Srs. del silbato no le piten técnica en los partidos, Vd. debería tomar lecciones del Sr. Juárez, que hace lo que le da la gana (pasa mas tiempo dentro de la pintura, que fuera), dice lo que quiere (-arbitro, tu no pitas-, y ere que ere, lo dijo como diez veces seguidas) , pero nada, a la vista y oído de los del silbato, es como si no existiera. Ese, si que tiene que tener un buen amuleto.


Guardián de la Torre.