martes, 7 de abril de 2009

AL FILO DE LA CANASTA.


CONFIANZA.


Hay rachas en esto de trabajar como guardián de una torre. Como en todos los trabajos, se viven tiempos mejores y peores. Entenderán vuestras mercedes, que dichas rachas, aplicadas al baloncesto, y llevadas al extremo del cacereño, viajan en la dirección de un viento, que arrastra victorias y derrotas. Así es. Pero yo, con escaso tiempo con este trabajo tan mal remunerado, atravieso, en este turno, una de esas crisis de motivación que mi tarea, sin calificación exacta me proporciona.

Y no es que uno encuentre grado de insatisfacción en su tarea, pero el estado de animo de este, su guardián, anida en la mirada entre líneas de muchas cosas.
Aparto los estandartes de la corta plantilla que se batiera, armadura y lanza en mano, ante los bravos guerreros del norte del continente a nuestro sur. Los mantengo colgados en esta primavera sin lluvia cacereña y dejo espacio para su lugarteniente, don Manuel Hurtado, al que, aparte de todo, en este día, le veo cierta aflicción, por todo cuanto esta pasando en su ejercito. Eso si, mantengo mal recuerdo de dos malhechores que camparon con chulería, ignorancia y mala baba en el campo de batalla el viernes pasado. No puede haber nada mas horrendo, que dos jueces de Baloncesto malos. Tienen la virtud de terminar con todo, a cien metros a sus lados.

Pero lo que realmente me trastorna, es el fondo de todo. Ese mal sabor de boca que me deja, ver desde lo alto de mi torre, mermar, batalla si y siguiente también, el cuadro de combatientes. Si para colmo, uno recibe señales en los que, se deja desarrollar ideas como que, la no vuelta de, hasta hace poco admirado paladín Simien, era conocida por quienes desde instancias altas, manejan en camino del ejercito cacereño, enturbia mi pensamiento y me hace sentir engañado.
Hasta esta torre, llegan comentarios de distinto color y sabores, para que engañarse, mirarlos desde la altura, y no fiarse de ellos es mi trabajo. Pero uno que aparte de guardián es aficionado, sigue acontecimientos como el de Simien, Panadero y actuaciones diversas en cuanto a lo que ahora es el equipo y, como poco se aturde. ¿ Es certera la idea de que la batalla final de nuestra bandera esta en la guerra de los play offs?. O, ¿se trata de una nube que las cruzadas ganadas han dejado como horizonte de una contienda que ya tiene resultado?. Si la burocracia conocía del no regreso de Simien, desde el momento de su “huida”, y opciones a Panadero, se dejaron escapar sin aporte de ideas, en mi torre, no se creen que el desenlace final de este año sea el luchar en batallas grandes.
Eso me turba, provoca desazón y me irrita.



GUARDIAN DE LA TORRE.



3 comentarios:

Julián dijo...

Pues no te irrites guardián porque es así las grandes esferas no quieren la lucha de los nuestros en los play off, su labor está mas que conseguida, objetivos cumplidos como dicen ellos, el resto de los que nos gusta el baloncesto lo tenemos que dar como valido, hemos visto grandes equipos, hemos sufrido, nos hemos cabreado con algunas actuaciones arbitrales que dejan mucho que desear, pero al fin y al cabo nos hemos divertido que es lo principal.
Por cierto hoy te has adelantado con tu artículo un día ¿no?

Anónimo dijo...

Sepa vuesa merced que en palacio nuestros protectores no lo son de sol a sol, pues sus cuitas y cuidados de sus asuntos les impide dedicar mas tiempo, no siendo pequeño el que dedican en funcion de sus reditos. En palacio miran por lo mismo que nosotros la plebe, pues no en vano ya el discurrir de los tiempos no existe mucha distancia.
Mantenga su señoria y su merced la buena pluma hasta ahora mostrada y ruego al altisimo no decaiga en su importante y noble afán.

Taburete dijo...

Con el caso Simien, la directiva se ha portado de forma incorrecta con los aficionados, nos han tomado el pelo y se han cachondeado de todos nosotros.
Si no hay ninguno de ellos que quiera dar la cara, que se marchen y dejen sus puesto por mucho dinero que hallan aportado, no les da derecho ha hacer lo que les de la gana.
DIRECTIVA DIMISIÓN