miércoles, 18 de noviembre de 2009

LA NOCHE ARANZANA.




UN CÁCERES CON NECESIDAD DE PASAR PÁGINA, RECIBE A LA LAGUNA.
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J. Antonio Bola González.
Cáceres.
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Nada mejor que la victoria para encontrar tranquilidad. Es la ley del deporte.
El desasosiego que ha convulsionado la vida de este Cáceres habituado en demasía al debate y sus consecuencias llevadas al extremo, parece comenzar a tener fin. Los precipitados acontecimientos con la salida de Piti del club, abre la puerta a Gustavo Aranzana y el acarreo de ilusión que ello conlleva.
Ansioso por regenerar el oxigeno del Multiusos, el de Valladolid, encara su primer examen con la idea de romper tendencia.
Para ello, con el escaso tiempo disponible entre su firma y el bocinazo inicial, esta noche 21.00 horas, solo le deja ocasión para “cambiar las caras”.
Enfrente, uno de los mejores comienzos de la temporada, La Laguna, desinflado en las dos ultimas jornadas, ( Tarragona y Breogan), llega, en busca de pesca al mar revuelto del Ciudad de Cáceres.

Con toda la artillería, y a la espera de, que el último deseo del anterior técnico, cunda efecto; Aranzana, pide el máximo a cada uno de los que compongan la nómina cacereña. Hurtado pidiera que nadie se guardara nada.
Carpeteada la era Piti, relanzarse y tomar impulso debe, según ley, ser el hecho que esta noche, ante un equipo herido en derrotas, tenga la misión de salvar tan complicada fecha.

En ocho días, jugar en Menorca, cambiar de entrenador, pisar tu tabla ante La Laguna y viajar a León, es tarea ardua. Salir airoso, antídoto con sabor a esperanza.
No será sencillo encontrar el placebo. Los canarios llegan sextos en la lista clasificatoria y, a pesar de su tendencia en negativo, es rival que muerde a poco que le toques la cola. Tridente de alta valoración, Donaldson, Guillen y Levi Rost, los de las afortunadas han llegado a liderar la tabla, así como los mejores nombres semanales a nivel estadísticas. El trío en cuestión, promedian casi 40 puntos por partido, con unos niveles de tiro por el 50% y 20 rebotes.
Es el núcleo a parar, el motor a intentar gripar. Por ahí la receta en el libro de Aranzana, que prometiera, aparte de otras cosas, intentar mejorar en defensa. Ser fuertes en retaguardia, te hace ser mejor, y Gustavo, piensa que el quinteto cacereño, recibe demasiados puntos.
En los locales, plantel completo, llamados a filas por su nuevo entrenador, y a no “tener miedo ante su propio público, eso es complicado”, dijo en su presentación Aranzana. El Cáceres precisa comenzar a ser otro, a vivir otras cosas, a alejarse de la tensión. A sentir baloncesto. Ese es el reto de Aranzana, esta, a pesar de su reciente llegada, pudiera ser la noche Aranzana.

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