SUFRIMIENTO.

EL CÁCERES GANA EN CASA CON APURADO RESULTADO.

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Cáceres 2016, 75- Kics Ciudad de Vigo 71.

Cáceres 2016: Alex (8), Sánchez (11), Angulo (6), Holcomb (15), Naymick (11)- cinco inicial- Sala (3), Sanguino (4), Dedas (4), Guaita (13), Forcada (0).

Kics C. De Vigo: Pope (16), O´leari (3), Suka-Umu (18), Willians (11), Frost (6)- cinco inicial- Sola (0), Vicents (0), Rojas (0), Alba (2), Galareta (13), Pettinella (2).

Marcador por cuartos: 18-13, 36-26, 58-48 y 75-71.
Parciales: 18-13, 18-13, 22-22 y 17-23.

Árbitros: González Cuervo y Madrid Soler.

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José Antonio Bola González.

Cáceres.
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La tozudez de los números, dieron la razón al entrenador el Cáceres 2016. Aranzana, organiza a su equipo, inculcando la idea de ser afanosos en defensa, para solventar el ataque. Jugo tres cuartos el equipo del vallisoletano a no perder los papeles. Lo consiguiera. Lo hizo con cabeza, aplicando la regla que inscribe su entrenador: “si te hacen ochenta o mas puntos, es complicado que ganes el partido”. Hasta el minuto treinta, el marcador del Multiusos, en una noche fría, emitía veredicto de lo trabajado. La canasta local, solo había recibido 48 tantos. Según los planes y aplicando la media, que a su vez respalda la teoría del bueno de Gustavo, solo restaba terminar el tiempo y sellar el armisticio de la victoria. El Cáceres se batía en la distancia de más diez.
No es sencilla esa parte de la historia en el pabellón cacereño. Cualquiera lo esta aprendiendo, y así, el Ciudad de Vigo, un equipo que denota estar hecho a base de un inestable comienzo que le lleva a remar con retardo, a punto estuviera de aguar la noche del viernes. Al menos, nervios existieron, porqué negarlo.

El comienzo denostara mejoría en el equipo de casa. El Cáceres y quienes componen su plantel, notan el cambio de mano. Eso y su manera de entender el Baloncesto profesional, hacen crear luces en el escaso periplo de Aranzana como “mister” de la escuadra extremeña. Empezó fuerte el Cáceres, rapidez, transición, tiro seleccionado y buscando la primera distancia, con la idea de ser el que llevara el ritmo del partido. Ser amo. Notó el concepto de agradar en su pareja de americanos. Tanto Naymick como Holcomb, mordían en los primeros inicios de la noche. El pelirrojo, enseñó buenas cosas, Randy, ofreció buen repertorio y ambos estuvieron en los minutos complicados. Se les aguarda más, pero al menos la vereda lleva al camino.
Los primeros diez, emitieron, pues, señales de fortaleza negra. La primera firma, la puso el Cáceres a falta de dos minutos para el respiro, 16-8. Camufló un poco Vigo el remate de cuarto para atajar a menos cinco 18-13.

Como la historia se fue repitiendo, el segundo segmento, lo sellaron ambos contendientes con idéntico parcial. Por el tramo, pasaron la rapidez en algunos ataques locales. Respondiendo siempre a su asfixia defensiva en la búsqueda de hacerla fructífera. Tenia que investigar distancias el Cáceres, mientras, Vigo, hiciera lo que podía, medio ahogado en su juego de ataque, y parando atrás, como alcanzaba las embestidas.
Hubiera distancias mas largas, pero se aparcó el partido en un 36-26 de respiro en la platea.

El público de Pierre de Cubertain, no se fía y vivido lo visto este año, se sentó sin pegar la ropa al cuerpo a pesar de la ventaja. Es sabido del defecto de este Cáceres que le lleva a no saberse administrar, ni por encima, ni por debajo en los guarismos.
En el frenesí del tercer cuarto, en ese toma tu, ahora yo, los gallegos fueron nombrándose poco a poco. El 2016, tenía colchón y administrado seria suficiente para no tener que repostar hasta el final. Para entonces, tras treinta minutos, mismo trecho en el marcador sellando un 58-48, pero ya empatando en el parcial, 22-22.
Por el terreno, habían pasado todos los gladiadores cacereños, excepción hecha de Pavel y Fornas. Ninguno de los dos fuera llamado para la contienda. El resto, unos mas otros menos, habían preparado el camino. Sanguino hizo de cuarto hombre alto, Guaita, pareciera no sumar, pero sus credenciales finales le delataron para bien, Forcada no estuvo, Dedas, anima mucho, y defiende, pero no termina de anotar. Eso en cuanto a la rotación, mas Perico Sala, que tuviera tres minutos malos que ayudasen a la remontada viguesa. Angulo es siempre Lucio. Sánchez... era un partido para resaltarse. Alex, suma.

El Vigo, puso el pánico en el último trecho. El Cáceres ayudo con su miedo, ese que tiene a ganar en casa. La mala administración estrechó tanto los números, que el aliento gallego, con Pope al mando, no solo tocó el cuello de su rival, lo sobrepasó a 3,02 para el bocinazo, 65-66. Se rehizo herido el Cáceres y sacó partido de ello para marcharse en distancia corta ya, 72-66 con un triple dañino de Alex sobre la sirena de posesión.
El juego de faltas y el paso de los segundos, para buscar la lotería, animó a los vigueses casi hasta el final, justo cuando se firmó el resultado terminal a escasos momentos del bocinazo.

Suma el Cáceres, pero aun quedan sumandos. Sin dejar de negar la parte de suspense a su público, el equipo de Aranzana, saca provecho se su terreno. De eso se trataba. Si a pesar de todo hay que sufrir, quizás sea lo necesario para presumir. Lo dicho.

Los Números del Partido.