lunes, 18 de enero de 2010

SOLO UNA POSESIÓN.



Tras la maraña en la que comienza a convertirse la plantilla cacereña, el Cáceres se rescató a si mismo en el suspiro final de Gerona. El olor a culebrón emanante desde las oficinas del club, para y por las bajas de algunos de sus obreros, prepara cada partido en la angustia de no saber que pasará. O lo que es lo mismo, de esa cualidad de no saber a que atenerse en cada choque.

Gerona, ha dado sosiego escaso en cuanto a resultados, pero se duda del fondo de armario cacereño. Si Pavel es un sueldo únicamente, Guaita oposita a mantenido de la plantilla sin saber si contar o no contar con el argentino, que comienza tener el apellido fracaso.

Curiosa la habilidad de algunos jugadores para dejar de ser queridos y pasar a ser impopulares. La historia de Guaita, me sorprende. Un tipo con sonrisa de bonachón, no ha hecho mas que complicar su vida en Cáceres, con un conglomerado de rumores, una productividad escasa y unos deseos de marcha que cualquier currante de a pie, no se permite ni por asomo. De Diego, se ha escuchado de todo. Desde que se hubiera negado a saltar a la cancha hasta un amago de pelea en un vestuario, en un mal día de la plantilla.

No hablo de aquella parrafada que se marcase añorando jugar en Orense.

No entiendo a este hombre, la verdad.

Pero nunca he entendido a este tipo de profesionales. Quizás sea porque nunca he sido un jugador de elite en nada.

De todas maneras, reconozco que me produce angustia, el hecho no poco nocivo de tener noticias, cada semana, por causas de bajas y altas. Eso trasluce problemas. Claro que no es necesario que se lea entre líneas. Solo basta mirar un poco.

Como quiera, me apunto al resultadísimo de esta semana para recabar dosis de optimismo ante la llegada de Cai Zaragoza. La cuesta de enero, deja el partido de la temporada.

Como medicina para apaciguar males, terminar encima de un rival como el maño, es antojadizamente eficaz. A pesar de ello, hubiera que cortar, cosa que los cirujanos, tienen en mente.

Pero me resisto a conjeturar. El partido del viernes, es de los que se visten por los pies, como decía mi abuelo, es, de aquellos hombres honestos, honrados y valientes. Ese tipo de hombres que, con apellido Espinosa, retrata cada jornada la instantánea que ejemplariza, hasta engatusar a una feligresía. La misma que tiembla a cada titular de prensa, sin concebir que alguien que no se representa mas que con un buen sueldo como jugador profesional, nunca podrá entender.


ROMUALDO.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Angulo eres grande, vos sois muy grande.

Anónimo dijo...

Que bueno este blog, pero creo que deberias actualizar sobre todo lo de las fotos no?