miércoles, 17 de febrero de 2010

AL FILO DE LA CANASTA.


ATURDIDOS EN DIRECTO.



El pasado domingo me invité yo solito a casa de un amigo que habita en el dominio de las altas tecnologías. Vive en un octavo, con lo cual me encuentro divinamente, subido en las alturas. Una llamada telefónica fue suficiente para invadir su hogar en el afán de poder ver el partido juntos, sobre el aparador de su magnifico salón, preside un gran televisor con multitud de cualidades, una de ella es la conexión al portátil para ver los partidos en cinemascope, con sonido envolvente, sentado en un cómodo cheslon las tardes se pasan estupendamente.

De camino a su casa, en un gélido paseo decidí entrar en una churrería para comprar un surtido calentito de gordos y finos, que es como le llamamos en mi tierra, de esa forma, me resultaría más fácil pedir a la anfitriona que hiciera un chocolatito para mojar el churro. Una vez acomodado, mientras disfrutábamos de la merendilla, veíamos, o mejor dicho, intentábamos ver alguna jugada del tirón, pero infructuosamente nuestro objetivo se convertía en misión imposible. La federación nos ofrece el partido en directo sin coste añadido, lo cual no es cierto, porque ni vimos el partido y luego tuve que comprar aspirinas para el dolor de cabeza, la imagen se digitaliza, se para, se desdobla, se duplica…, el balón sale de las manos en busca de la canasta, pero de pronto desaparece, mientras tanto como pintado en un lienzo todos parados, a ver donde está la pelota, la imagen se detiene y cuando vuelve el movimiento están en el campo contrario, por supuesto es imposible llevar la cuenta de las canastas, ¡que desesperación!. Para más INRI, quitábamos el sonido del televisor y poníamos la radio, el comentarista narraba la jugada, jugada que nosotros no veíamos hasta pasado un minuto. Pasaba el tiempo, de vez en cuando, muy de vez en cuando, siempre y cuando la publicidad radiofónica lo permitía, nos actualizábamos con los datos del marcador, produciéndonos un gran pesar, pues la verdad es que en pantalla no parecía que nos dieran tanta caña, ni tampoco que el Sr. Cherry pudiera pasar de rey a villano (como dice D. Lucio) en tres días, es más, visto lo visto, sin haber prestado mucha atención, hubiéramos pensado que el partido estaba en tablas. Curiosidades aparte, en el descanso se veía el marcador perfectamente, sin oscilaciones, hasta que se apagó la imagen, lástima que no hubiera vuelto.

Cuantas veces me acuerdo de los partidos en Via Norba, eso era calidad de imagen, el sonido refrendado por comentaristas con tono tranquilo y sosegado, no como el penetrante ruido de fondo en Internet que parece que han enchufado una bocina a un compresor de aire y no para nunca, además, ¿Qué la ponen, a mala leche al lado del micrófono?. Rotundamente decidimos que lo que de verdad nos gusta es disfrutar del directo en directo, aposentados en nuestra grada, recordando el pasado, llenando la retina de presente, para seguir escribiendo la historia de este club en un futuro.


Guardián de la Torre

3 comentarios:

Julián dijo...

Bueno Guardián eso de que en vía Norba el comentarista era tranquilo....yo mas bien lo veía un petardo, es mas yo siempre que veía los partidos del Cáceres le quitaba la voz.

Alex dijo...

Guaita a la calle, ya era hora, menudo grano en el culo era este tio,que se negaba a jugar y cada vez que lo hacía daba pena

Taburete dijo...

Como dice Julian, los comentarios de Vía Norba no había por donde agarrarlos. Daban peor imagen que Leticia Sabater en los programas infantiles.
En cuanto a los churritos, decirte que estaban de mareo, que por mi, los puedes traer todos los domingos, que mi casa está a tu disposición, con o sin churros.
Un saludo Guardian.