CERO DE SEIS.
WTC CORNELLA 82, CACERES 2016 78
Resulto trágico nuestro final. En un partido el cual nos costo mucho esfuerzo poner de nuestra parte, un joven Llamado Jose M. Marcos, nos puso en nuestro sitio de una manera ilógica para un equipo que desde mediados del primer cuarto, dominó el partido con rachas de buen hacer y dando, al menos, una imagen de equipo.
Faltaban algo mas de 7 minutos y el Cáceres tenia una cómoda ventaja de diez puntos, que hasta ese momento conservaba de una manera sencilla, contestando a las canastas del equipo local, con una seriedad y garantía que recordaban aquellas primeras cuatro victorias del inicio de temporada, que se nos antojan ancestrales.
Pero no. Resultó que los cacereños volvieron a sus errores de siempre, a eso que se llamo en su día banda y nos deleitaron con unos errores de patio de colegio en defensa, así como esas locas perdidas de balón en ataque que tanto suelen practicar últimamente.
Y ahí, apareció Marcos , un base de los de siempre, que con el partido contra el 2016,ha subido su valoración a los 146.
Antes, habíamos visto, a pesar de ese tonto inicio, a un equipo visitante en busca de su identidad perdida. Santana dejaba su marca, esa que tanto esperábamos, en los tableros y a base de un, comprensible talento, tiraba de nuestro marcados para dar la vuelta. Junto a él, Patten; ese americano que tanto nos gusto en el inicio de temporada y que anoche parecía volver de su destierro/lesion, anoche en Cornella, se le vio motivado y dentro del partido en todos los momentos, tomando iniciativas y trabajando bien en defensa.
De esa manera no solo dimos la vuelta al marcador adverso inicial, sino que supimos mantener la ventaja hasta el descanso con ese 31-38.
Pasado el primer susto, las cosas parecían ir mas o menos por el camino de una victoria que nos iba a llevar al inicio de esa “recuperación” tan esperada y sobre todo deseada.
TERCER Y CUARTO CUARTOS. Desequilibrio.
Y nadamos y supimos guardar la ropa, Peña y Busciglio dirigían con mas calma al equipo y el Cornella se perdía en exceso de individualidades de su figura Dedovic, ese chaval al que se le compara con Riki Rubio.
Pero llega el final del tercer cuarto y empezamos a dar señales; ese tipo de señales que da un equipo cuando empieza a marcharse del sitio, a perder concentración. Este cuarto lo perdemos por un punto y termina con un 56-62.
Y llega la hecatombe. Parece raro ver el marcados cuando hemos llegado a estar arriba catorce puntos. Pero es ahí donde se mata el partido y el Caceres no pudo, no supo o no quiso hacerlo.
Comenzamos a ese mal de hace muchas jornadas: no sabemos defender el tiro exterior y aparece Marcos, sumemos a eso las imprecisiones en ataque, mas bolones perdidos y nos da el siguiente resultado:
69-69, a 5.07 para el final, en contestación de tripe a nuestro balón perdido. Lo demás no queda mas que asimilarlo, no sabemos afrontar el momento clave del partido y no queda mas que rendirse a las evidencias y resaltar nuestras carencias.
El Cáceres 2016, no pudo demostrarnos mas. Seis derrotas seguidas duelen mucho, muchísimo. La situación en la que ahora esta el equipo es un poco desesperada. Perder un partido de la manera que anoche se hizo es difícil de asimilar cuando detrás tenia cinco derrotas.
Mejoras se apreciaron, algunas en hombres puntuales, pero se esperan o buscan mas cosas, mas hombres, Panadero no tiene confianza, Aspe no acudió. Sanguino no es el que nos presentaron. Pero aun así, hubo rachas buenas ante un Cornella que pese a Marcos pudo ser asequible al juego de Cáceres 2016,hubiera practicado algo del baloncesto que vimos en aquellas ancestrales cuatro victorias seguidas iniciales que nos dieron unos ánimos que ahora, desde algunos círculos se empiezan a denominar como espejismo.
Nuestro mejor hombre: Santana. Sus numeros: 20 puntos, 11 rebotes,(6/5), 4 faltas cometidas 3 recibidas.
Mejor hombre del partido: Marcos 30 puntos 8/10 tiros de 3.
Faltaban algo mas de 7 minutos y el Cáceres tenia una cómoda ventaja de diez puntos, que hasta ese momento conservaba de una manera sencilla, contestando a las canastas del equipo local, con una seriedad y garantía que recordaban aquellas primeras cuatro victorias del inicio de temporada, que se nos antojan ancestrales.
Pero no. Resultó que los cacereños volvieron a sus errores de siempre, a eso que se llamo en su día banda y nos deleitaron con unos errores de patio de colegio en defensa, así como esas locas perdidas de balón en ataque que tanto suelen practicar últimamente.
Y ahí, apareció Marcos , un base de los de siempre, que con el partido contra el 2016,ha subido su valoración a los 146.
Antes, habíamos visto, a pesar de ese tonto inicio, a un equipo visitante en busca de su identidad perdida. Santana dejaba su marca, esa que tanto esperábamos, en los tableros y a base de un, comprensible talento, tiraba de nuestro marcados para dar la vuelta. Junto a él, Patten; ese americano que tanto nos gusto en el inicio de temporada y que anoche parecía volver de su destierro/lesion, anoche en Cornella, se le vio motivado y dentro del partido en todos los momentos, tomando iniciativas y trabajando bien en defensa.
De esa manera no solo dimos la vuelta al marcador adverso inicial, sino que supimos mantener la ventaja hasta el descanso con ese 31-38.
Pasado el primer susto, las cosas parecían ir mas o menos por el camino de una victoria que nos iba a llevar al inicio de esa “recuperación” tan esperada y sobre todo deseada.
TERCER Y CUARTO CUARTOS. Desequilibrio.
Y nadamos y supimos guardar la ropa, Peña y Busciglio dirigían con mas calma al equipo y el Cornella se perdía en exceso de individualidades de su figura Dedovic, ese chaval al que se le compara con Riki Rubio.
Pero llega el final del tercer cuarto y empezamos a dar señales; ese tipo de señales que da un equipo cuando empieza a marcharse del sitio, a perder concentración. Este cuarto lo perdemos por un punto y termina con un 56-62.
Y llega la hecatombe. Parece raro ver el marcados cuando hemos llegado a estar arriba catorce puntos. Pero es ahí donde se mata el partido y el Caceres no pudo, no supo o no quiso hacerlo.
Comenzamos a ese mal de hace muchas jornadas: no sabemos defender el tiro exterior y aparece Marcos, sumemos a eso las imprecisiones en ataque, mas bolones perdidos y nos da el siguiente resultado:
69-69, a 5.07 para el final, en contestación de tripe a nuestro balón perdido. Lo demás no queda mas que asimilarlo, no sabemos afrontar el momento clave del partido y no queda mas que rendirse a las evidencias y resaltar nuestras carencias.
El Cáceres 2016, no pudo demostrarnos mas. Seis derrotas seguidas duelen mucho, muchísimo. La situación en la que ahora esta el equipo es un poco desesperada. Perder un partido de la manera que anoche se hizo es difícil de asimilar cuando detrás tenia cinco derrotas.
Mejoras se apreciaron, algunas en hombres puntuales, pero se esperan o buscan mas cosas, mas hombres, Panadero no tiene confianza, Aspe no acudió. Sanguino no es el que nos presentaron. Pero aun así, hubo rachas buenas ante un Cornella que pese a Marcos pudo ser asequible al juego de Cáceres 2016,hubiera practicado algo del baloncesto que vimos en aquellas ancestrales cuatro victorias seguidas iniciales que nos dieron unos ánimos que ahora, desde algunos círculos se empiezan a denominar como espejismo.
Nuestro mejor hombre: Santana. Sus numeros: 20 puntos, 11 rebotes,(6/5), 4 faltas cometidas 3 recibidas.
Mejor hombre del partido: Marcos 30 puntos 8/10 tiros de 3.
ENLACES:
Estadisticas del partido y jornada Leb plata: http://www.feb.es/Pasarela/MostrarPasarela.aspx?Tipo=Resultados&g=2&t=2007
Jornada de ACB:http://www.acb.com/jornada.php
1 comentario:
y ahora donde está el de NO PASA NADA?
El otro día un anónimo decía que no pasaba nada porque el equipo tuviera 5 derrotas, entonces ahora tampoco no?
Publicar un comentario