domingo, 1 de noviembre de 2009

CUESTIONES DE GRANDEZA.

Melilla fue mas constante.
Cáceres 2016 , 69. Melilla Baloncesto. 80.


Cáceres 2016: Naymick 4, Holcomb 5, Pavel 0, Francis Sanchez16, Angulo 7 –cinco inicial- Dedas 5, Alex 15, Guaita 7, Forcada 2, Fornas 12.

Melilla Baloncesto: Huertas 15, Jiménez 10, Robinson 13, Strarosta 12, Skoldebrand 3- cinco inicial- Coppenrath 18, Moretin 3, Ruiz 0, Oscar González 6.

Marcador por cuartos: 19-20, 37-39, 52-58 y 69-80.
Parciales: 19-20, 18-19, 15-19 y 17-22.
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J. Antonio Bola González.

Cáceres.

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La grandeza que la victoria aguarda para quien consigue ganar, debe ser administrada con mesura. Es una filosofía que, el deporte, en todas sus vertientes siempre ha dejado grabada en letras de leyendas, en noches de gloria, por encima de nombres y por debajo de cualquier Robinson de turno, la mesura debe reinar.

Melilla ganó un partido de pelea, de coraje y enmarcado en la riña continua. El Cáceres, remó con demasiado desasosiego y con la desventaja que produce no encontrar su referente. Es Melilla, o al menos esa impresión dejara en el Multiusos, un cuadro fuerte, de músculo tenso y plantilla ancha. A ello respondió el 2016 con garra, con mejoría en su baloncesto pero con demasiadas pocas firmas importantes que valorasen al cerrar el acta.

Sacó provecho el equipo africano de su juego interior. Strarosta montara guardia toda la noche y la rotación de Copperah hizo el resto. Las altos cacereños, jugaron demasiado lejos de la cesta contraria para poder litigar bajo ella. Holcomby Naymick sucumbieron en su empeño. Así y todo el Cáceres va gustando. No fue, ni mucho menos el partido de Lugo, tampoco el rival ni la noche, pero salvadas las lagunas puntuales no disgusto el asunto.

Salió Francis enganchado a la cancha, su aportación mantuvo el nivel de primer cuarto. Melilla guerrero y presentando credenciales de su personalidad, hicieron los diez minutos mas entretenidos vistos hasta el momento en la cancha cacereña. Era noche de riña, quedaba claro, distancias cortas y guerra en la madera, para firmar 19-20, ante el respiro de tregua.

Coppenrath, ex de Alicante el año pasado, sirvió de acicate melillense en el segundo cuarto. Piti moviera ficha para estancar al rubio, tarea complicada; el ataque interior africano era complicado de ser detenido. Así y todo, los extremeños arañaron el luminoso para descansar tan solo dos por debajo, 37-39, la distancia no era tanta.

Estaba la noche caliente y prometían los segundos veinte. La clave estaba en el centro de la zona, en ambas canastas. Por entonces, aparecieron los cinco peores minutos negros. Atragantado el tercer cuarto en su inicio, casi cinco minutos costara la primera canasta local. Fraguó ahí, de comienzo, su victoria Melilla, casi sin saberlo, porque no todo el mérito fuera suyo, le ayudaron los árbitros con varias acciones de falta de cordura. La grada se lo agradeció a su manera. Se volvieron a equivocar de partido y de momento. Volvió a respirar el Cáceres, adquirió de donde pudo, para mantenerse vivo. Entró de esa manera en el cuarto definitivo, mirando a seis, distancia alta, pero a mano, 52-58, todo corazón.
Tras salir a por los diez últimos, el técnico de visita en Cáceres, apostó por romper el tema. Sin cortarse, con tan solo un minuto de juego del acto final, hiciera un cuá triple cambio para buscar el partido. Nada de bromas. Volvieron a echar a los altos del Cáceres de su territorio, para alargarse en el marcador, ya sin dejar de estar a tiro, pero con la administrada ventaja por encima, como toda la noche. Francis no encontró entonces puntería y Deda, apareciera tarde, en la búsqueda de ese puntual triple que hiciera poner el aliento en el cogote rival. Un par de travesuras arbitrales, un grande siempre es un grande, y firmado el cierre con la victoria melillense.

Poco mas si la marcha de la cancha de los jugadores visitantes, hubiera sido de grandeza, que seguro muchos posean, muchos menos Robinson, que irónicamente, arremetiera, con gestos irónicos y ridículos, contra un sector de la grada, de modo chulesco y arriesgado. En cualquier cancha, tras un caliente ambiente de partido justo, se hubiera encontrado con algo.
Eso si, para entonces los árbitros ya se estaban duchando, orgullosos de si mismos. Lo que pasara entre bambalinas quedo oculto de las miradas. Pero claro permaneció, que tras un buen partido de su equipo, incluso suyo, Robinson demostrara no saber ganar. Le falta, tal vez costumbre o quizás educación, su equipo, eso, un grande.
Al Cáceres, el Clinicas Rinco, le aguarda, esa es su historia.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Me quedo con la primera mitad del encuentro, baloncesto del bueno, jugadas de pizarra bien dirigidas y perfectamente ejecutadas. De la segunda parte tendríamos que hablar más despacio, el resultado final es un espejismo a favor de Melilla, pero reconozco que tienen un juego interior de ACB. La actuación arbitral siempre busca protagonismo en esta cancha, no son errores, es chulería, contra eso hay que jugar como en Galicia. Robinsón: un machote que se atreve con los chavales, ya le vale, capón, colleja y orejas de burro, aunque la comparación con este animal sigue siendo muy benévola para dicho rufián. Conclusión, baloncesto del bueno. Bola, este año vamos a disfrutar, ya lo verás.

Taburete dijo...

Que le ha pasado al LEÓN de la cabecera, se lo ha comido Robinsón o ha fichado con otro equipo.
Un aplauso para todos los aficionados cacereños que supiéron aguantar el tipo ante gentuza como Robinsón.
¡¡AUPA EL CÁCERES!!

Julian dijo...

Robinson lo supo hacer muy bien pues lo que hizo, reírse del público, lo hizo una vez se habían entrados los ineptos de los árbitros que se rieron del público igualmente con el silbato en la boca, aunque el Melilla fuera mejor nosotros podíamos haber estado arriba si no hubiera sido por estos dos personajes.

Alex dijo...

A nuestro equipo se le ve jugar de día en día mejor, eso es lo importante, el domingo está claro que era un rival rocoso pero los nuestros no se amilanaron, claro que si juegas con cinco y se le suman los dos árbitros en definitiva jugamos con 7, es un poco difícil ganar así, de todas formas el viernes tenemos de nuevo baloncesto, allí estaremos animando hasta el final como siempre y a ganar, que queremos veros ganar aquí en el multiusos. Lo de la trifulca fue algo desagradable pero ¿qué queremos de personas que no tienen educación y provocan a un público que encima estaba careado por la actuación arbitral y podía haber ocasionado males mayores? Ese indeseable debería estar en otro lugar, que cada uno lo ponga donde mejor crea...............