DESCANSO.
Todavía con la resaca de victoria frente a los maños, disfrutando del regusto que deja la triunfal hazaña, invierto mi tiempo en inventar a mi manera el futuro más próximo de nuestro genial equipo, pensamientos que invaden la mente mientras mis pies me llevan de acá para allá, en paseos inútiles por la barbacana, aun así, me dirijo a la torre del homenaje para engalanarla como se merece. Mientras cuelgo pendones, abrillanto escudos y quito las telarañas de los quicios de las puertas. Igual que una pitonisa, busco el embrujo de los últimos acontecimientos en mi bola de cristal, para que las imágenes aparezcan nítidas en mi mente, me es obligado apartar una espesa niebla que envuelve todo, de un soplido se esfuma, entonces aparecen fichajes efímeros, grandes nombres que huyen despavoridos esgrimiendo pretextos incomprensibles, hombres de reconocida solvencia en este deporte, pero de poca palabra en sus compromisos, bien sabe Dios que fueron mimados y queridos por doquier, pero no fuimos correspondidos en el tiempo. Suerte que la bola de cristal es mía, para poder ver en ella lo que me de la gana. Veo a un guerrero americano procedente de Tel Aviv de semblante serio y sincero que aportará mucho y largo a nuestra contienda, veo una afición ilusionada empapada de baloncesto, disfrutando de sus colores como en los mejores tiempos, veo guerreros valientes, comprometidos, de unión indivisa, dirigidos por un gran mariscal de campo, veo enemigos que hincan la rodilla en la madera suplicando clemencia, veo lo que quiero ver… baloncesto en estado puro para deleite de todos.
Y es que es lo que queda en época de descanso, el parón de esta semana obliga a tener la mente ocupada en un intento de continuar para no quedarnos frío. Claro, que también tenemos baloncesto solidario, por tan solo cinco maravedíes podemos disfrutar de un derbi sin rivalidades para ayudar al pueblo de Haití en el pabellón del Plasencia a las 20:30 horas del jueves veintiocho de enero, con el aliciente de ver a Shawn Taggart, el flamante fichaje acoplándose a esta gran plantilla, la finalidad de este partido bien merece la colaboración de todos los aficionados.
No duden vuestras mercedes en tener sus mentes ocupadas con pensamientos placidos de lo último acontecido, merece la pena y para eso nos lo hemos ganado. Que este descanso sea única y exclusivamente para retomar el futuro pensando en positivo, ahora si tenemos motivos para ello.
Guardián de la Torre.
Todavía con la resaca de victoria frente a los maños, disfrutando del regusto que deja la triunfal hazaña, invierto mi tiempo en inventar a mi manera el futuro más próximo de nuestro genial equipo, pensamientos que invaden la mente mientras mis pies me llevan de acá para allá, en paseos inútiles por la barbacana, aun así, me dirijo a la torre del homenaje para engalanarla como se merece. Mientras cuelgo pendones, abrillanto escudos y quito las telarañas de los quicios de las puertas. Igual que una pitonisa, busco el embrujo de los últimos acontecimientos en mi bola de cristal, para que las imágenes aparezcan nítidas en mi mente, me es obligado apartar una espesa niebla que envuelve todo, de un soplido se esfuma, entonces aparecen fichajes efímeros, grandes nombres que huyen despavoridos esgrimiendo pretextos incomprensibles, hombres de reconocida solvencia en este deporte, pero de poca palabra en sus compromisos, bien sabe Dios que fueron mimados y queridos por doquier, pero no fuimos correspondidos en el tiempo. Suerte que la bola de cristal es mía, para poder ver en ella lo que me de la gana. Veo a un guerrero americano procedente de Tel Aviv de semblante serio y sincero que aportará mucho y largo a nuestra contienda, veo una afición ilusionada empapada de baloncesto, disfrutando de sus colores como en los mejores tiempos, veo guerreros valientes, comprometidos, de unión indivisa, dirigidos por un gran mariscal de campo, veo enemigos que hincan la rodilla en la madera suplicando clemencia, veo lo que quiero ver… baloncesto en estado puro para deleite de todos.
Y es que es lo que queda en época de descanso, el parón de esta semana obliga a tener la mente ocupada en un intento de continuar para no quedarnos frío. Claro, que también tenemos baloncesto solidario, por tan solo cinco maravedíes podemos disfrutar de un derbi sin rivalidades para ayudar al pueblo de Haití en el pabellón del Plasencia a las 20:30 horas del jueves veintiocho de enero, con el aliciente de ver a Shawn Taggart, el flamante fichaje acoplándose a esta gran plantilla, la finalidad de este partido bien merece la colaboración de todos los aficionados.
No duden vuestras mercedes en tener sus mentes ocupadas con pensamientos placidos de lo último acontecido, merece la pena y para eso nos lo hemos ganado. Que este descanso sea única y exclusivamente para retomar el futuro pensando en positivo, ahora si tenemos motivos para ello.
Guardián de la Torre.
2 comentarios:
Buenisima entrada guardian. Gracias.....
un jugador.
Si el partido hubiera sido en Cáceres en vez de Plasencia seguro hubiesen recaudado mucho más dinero para Haiti o al menos que lo hubieran puesto a otra hora que los de Cáceres hubiesemos llegado ya que si salimos a las ocho u ocho y media malamente llegabamos al partido.
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