lunes, 29 de marzo de 2010

TRISTEMENTE FACIL.

Cáceres 2016 suma en la desgracia viguesa.
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El Kics se atasca en un Central vacío.
El equipo evita la paliza por orgullo ante apenas cien espectadores, parte de ellos visitantes





RAÚL RODRÍGUEZ – DIARIO VIGO.

Kics Ciudad Vigo, 47.
Williams (2), Pope (0), Frost (8), Alba (13), Suka (4) -cinco inicial- Solá (11), Vicens (0), Rojas (0), Pettinella (4), Díez (5) y O´leary (0).
Cáceres 2016, 63.
Maymick (9), Taggart (17), Sánchez (3), Angulo (8), Cherry (4) -cinco inicial- Sala (0), Sanguino (2), Gonzalez (0), Forcada (10) y Bezins (10).Parciales: 12-17, 4-23, 11-12 y 20-11.
Árbitros: Morales Ruiz y Millera Más. Le señalaron 15 faltas al Kics Ciudad de Vigo y 11 al Cáceres 2016. Sin eliminados.
Incidencias: Encuentro disputado en el pabellón de As Travesas ante menos de cien aficionados, un grupo de ellos seguidores del conjunto extremeño.
La plantilla y directiva del Kics Ciudad de Vigo comprobó ayer que todo el mundo le ha dado la espalda. Ayer solamente fueron al pabellón los incondicionales, que no llegaron ni a un centenar. A pesar de todo los vigueses echaron mano del orgullo para no sufrir una derrota de escándalo, pues tras un parcial de 4-23 en el segundo cuarto, los vigueses se centraron más e incluso ganaron los últimos diez minutos de juego.El partido fue frío, con dos equipos a los que le costó mucho meterse en el juego y con numerosos fallos tanto en defensa como en ataque. El Kics no lo hizo mal en la faceta defensiva, consiguiendo que el equipo rival no llegara a los setenta puntos, marca que los técnicos se fijan para poder optar a la victoria.El problema es que nunca se puede ganar un partido anotando cuarenta y siete puntos. Además el juego interior de los cacereños pasó por encima de los vigueses. Taggart y Naymick fueron una pesadilla para la defensa olívica, siendo de largo los mejores jugadores del encuentro.El próximo partido del Kics Ciudad de Vigo será el jueves ante el Clínicas Rincón. Partido en el que volverá Tim Smith tras la triste despedida que ayer tuvo Patrick Pope.


Un club dejado de la mano de Dios .
El Ciudad de Vigo Básquet, que llegó a llenar el pabellón de As Travesas, jugó ayer ante 94 aficionados y sin directivos en el palco; la deuda con el plantel es de 5 meses



LA VOZ DE GALICIA.

La plantilla del Ciudad de Vigo, colista de la LEB Oro, camina sola. Sin noticias de una directiva que adeuda cinco de los seis meses de competición. Por las circunstancias que sea no han podido afrontar los pagos a la plantilla después del primer mes de temporada, pero en lugar de dar explicaciones han desaparecido, lo que además ayuda a generar en el entorno una sensación de culpabilidad por su parte. El proyecto vigués de alcanzar la ACB se ha quedado en nada.
La situación de abandono alcanzó ayer su máxima expresión porque el palco de autoridades de pabellón de As Travesas nunca había estado tan vacío. Únicamente tres personas en el mismo, cuando sin ir más lejos, en el partido anterior contra el Tarragona estaba casi lleno. Por supuesto, tampoco hay noticias de Pepe Conde, presidente del club, ni de sus más allegados en la directiva.
El propio capitán de la plantilla viguesa, José Antonio Rojas, aseguraba a principios de la semana pasada, cuando iniciaron una huelga de entrenamientos, que «la directiva nunca ha dado la cara, no hemos podido hablar con nadie del club porque todos están desaparecidos». Los jugadores decidieron que solamente iban a acudir a jugar los partidos, después de llevar cinco meses sin cobrar.
Ayer se presentaron en el pabellón vigués para enfrentarse al Cáceres y en las gradas solamente estuvieron los más fieles: 94 incondicionales, probablemente la cifra más pobre de un espectáculo deportivo en el recinto desde hace mucho tiempo. Paradójicamente, el Ciudad de Vigo es el único club que ha sido capaz de llenar As Travesas en los últimos años.
La pasividad se ha contagiado a todos los estamentos, pues el propio entrenador, Manuel Povea, vivió el partido casi sin levantarse del banquillo, cuando habitualmente sigue los 40 minutos de encuentro permanentemente de pie. Se limitó a dar indicaciones aisladas y pedir algún tiempo muerto, aunque fuese por amor propio, que es una virtud que pese a las penurias nunca le ha faltado. Lo de menos fue el partido. El Cáceres ganaba por 24 puntos en el descanso (16-40) y tras bajar el pistón los vigueses consiguieron maquillar el resultado final (47-63).
El Ciudad de Vigo cumple su cuarta temporada desde su creación. La gestión estuvo bajo sospecha desde el principio. En la primera campaña el club se gastó el presupuesto de tres años, con infinitos cambios de jugadores y espectáculos muy vistosos en As Travesas. Tras descender a la LEB Bronce, en la segunda se recuperó la categoría en la LEB Plata. Pero ya el año pasado fue muy convulso, con la plantilla varios meses sin cobrar, por lo ejecutó el aval depositado por el club en la Federación para poder competir.
El pasado verano el club consiguió presentar la documentación para competir en la LEB Oro con dos meses de retraso sobre el plazo inicial, gracias a las sucesivas prórrogas que se les concedió. Un mal presagio para una aventura que está a punto de poner un punto y aparte en el intento de Vigo por tener baloncesto masculino de elite.

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